El templo del rey Salomón, el sueño suntuoso con cedros del Líbano: Se encuentra en el sector de Kendall en Miami, el barrio de cubanos y latinos en el S.O. de la ciudad del sol.
Una construcción sólida, imponente y capaz de albergar a siete mil almas que en cada reunión abarrotan el santuario donde se imparte la palabra del Señor. Una edificación que vale 50 millones de dólares.
¿Y quién construyó ese monumental templo?
Un solo hombre; el pastor evangelista Guillermo Maldonado. Un hermano que buscó al Señor, lo siguió día y noche y le rogó lo ayudara a construir sus sueños. Un joven hondureño, un hombre de Dios quien ancló en Miami y convenció a los cubanos recalcitrantes a que ingresaran a los caminos de Dios y financiaran la construcción del templo.
¿Se imaginan queridos amigos lectores a un “plantado” en la ciudad donde corre el “perico” (cocaína), las cervezas baten records de venta y la santería es una religión?
Por eso el presente escrito, en honor a un financista de milagros, un valiente que predica la palabra a los cubanos que llegaron tras la revolución y en la estampida del Mariel, y a los hijos americanos, a quienes ha convertido en sus amigos que lo quieren, lo respetan y llenan su templo semana tras semana.
Fuente:AGENCIALAVOZ.ORG
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sábado, 5 de junio de 2010
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